ENFERMEDAD
PUMONAR OBSTRUCTIVA CRÓNICA
La
enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), es considerada como <<una
entidad patológica prevenible tratable
con algunos efectos extrapulmonares importantes que contribuyen a la gravedad
de los sujetos que la padecen. Su componente pulmonar se caracteriza por la
limitación del flujo de aire no del todo reversible. Dicha limitación puede ser
progresiva y se acompaña de una respuesta inflamatoria anormal del pulmón a
partículas nocivas o gases>>. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, &
Cheever, 2013)
La
EPOC puede incluir alteraciones que causan obstrucción del flujo de aire (p. ej., enfisema, bronquitis crónica) o
cualquier combinación de estos trastornos. Otras enfermedades, como fibrosis
quística, bronquiectasia y asma, son clasificadas como trastornos pulmonares
crónicos. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, & Cheever, 2013)
Las
personas con EPOC comúnmente presentan síntomas cuando son adultos de edad
mediana y la incidencia de la enfermedad aumenta con la edad. Aunque de manera normal
ciertos aspectos de la función pulmonar disminuyen (p. ej., la capacidad vital
y la FEV), la EPOC acentúa y acelera estos cambios fisiológicos. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, & Cheever, 2013)
Fisiopatología
En
la EPOC, la limitación al flujo de aire es progresiva y se relaciona con una
respuesta inflamatoria anormal de los pulmones a partículas o gases nocivos. La
respuesta inflamatoria ocurre en toda la extensión de las vías respiratorias
proximales y periféricas, el parénquima del pulmón y loa vasculatura pulmonar.
Debido a la inflamación crónica y los intentos del organismo para repararla,
ocurren cambios y estrechamientos en las vías respiratorias. En las vías
respiratorias proximales (tráquea y bronquios>2mm de diámetro), los cambios
incluyen incremento en el número de células caliciformes y crecimientos de las
glándulas submucosas, que originan hipersecreción de moco y en las vías
respiratorias periféricas (bronquios
<2mm de diámetro), la inflamación torna gruesa la pared de las vías
respiratorias, causa fibrosis peribronquial, exudados en las vías aéreas y
estrechamiento en toda la vía respiratoria. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, & Cheever, 2013)
Con
el tiempo esta evolución de la lesión y
la reparación dan lugar a la formación de tejido cicatricial y estrechamiento
de la lu de las vías respiratorias. También ocurren cambios inflamatorios y
estructurales en el parénquima pulmonar (bronquiolos respiratorios y alveolos).
La destrucción de la pared alveolar lleva a la perdida de las uniones
alveolares y una reducción de la elasticidad. Por último el proceso
inflamatorio crónico afecta la
vasculatura pulmonar y causa engrosamiento del revestimiento de los vasos e
hipertrofia del musculo liso, que puede generar hipertensión pulmonar. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, & Cheever, 2013)
Bronquitis Crónica
Esta
es una enfermedad de las vías respiratorias, se define como la presencia de
producción de estupo y tos por al menos 3 meses en cada 2 años consecutivos. En
muchos de los casos fumar u otro contaminante del ambiente irritan las vías
respiratorias, lo cual provoca inflamación e hipersecreción de moco y las
células caliciformes aumentan en número, situación que origina una mayor
producción de moco. Los tapones de moco en la vía respiratoria reducen la
función ciliar. Las paredes bronquiales también aumentan su espesor,
estrechando aún más la luz bronquial. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, & Cheever, 2013)
Como
resultado, el sujeto es más susceptible a infecciones respiratorias. Un amplio
espectro de infecciones virales, bacterianas y Micótica pueden producir
episodios agudos de bronquitis crónica tiene mayor probabilidad de ocurrir
durante el invierno, cuando las infecciones virales y bacterianas son
prevalentes. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, & Cheever, 2013)
Enfisema
En
éste, el daño al intercambio de oxígeno y dióxido de carbono es el resultado de
la destrucción de las paredes de los alveolos sobredistendidos. Enfisema es un término histopatológico que describe la
distención anormal de los espacios aéreos más allá de los bronquiolos
terminales con destrucción de las paredes de los alveolos. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, & Cheever, 2013)
Esta
es la etapa final de un proceso que avanza lentamente durante muchos años. A
medida que las paredes alveolares se destruyen (proceso acelerado por
infecciones recurrentes), el área de la superficie alveolar en contacto directo
con los capilares pulmonares disminuyen de forma continua. Lo anterior
incrementa el estadio muerto (área del pulmón donde no hay intercambio de gas).
Y el deterior en la difusión de oxigeno que origina hipoxemia. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, & Cheever, 2013)
En
las últimas etapas de la enfermedad, la eliminación de dióxido de carbono es
defectuosa, lo cual resulta en un incremento de la presión de dióxido de
carbono en l sangre., situación que provoca acidosis respiratoria. Conforme las
paredes alveolares se destruyen, el lecho capilar pulmonar reduce su tamaño.
Hay dos tipos principales de enfisema, con base en los cambios que tiene lugar
en el pulmón. Ambos tipos pueden aparecer en el mismo paciente. En el tipo de
paciente panlobulillar (panacinar), hay destrucción de los bronquiolos respiratorios,
los conductos alveolares y los alveolos. Todos los espacios aéreos dentro el
lóbulo están prácticamente crecidos, pero la enfermedad inflamatoria es escasa.
De forma típica, un tórax hiperinflado se acompaña de disnea notable durante el
ejercicio y pérdida de peso. En la forma centrilobulillar (centroacinar), tiene
lugar a cambios patológicos principalmente en el centro del lobulillo
secundario, con preservación de las partes periféricas de los ácinos. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, & Cheever, 2013)
Factores de riesgo
-
La exposición el humo de tabaco causa 80
a 90% de los casos estimados de EPOC.
-
Fumar de manera pasiva.
-
Exposición ocupacional a polvo y
sustancias químicas.
-
Contaminación del aire del ambiente.
-
Anomalías genéticas, incluida la
deficiencia de antitripsina alfa-1, un inhibidor enigmático que normalmente contrarresta
la destrucción del tejido pulmonar por otras enzimas. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, & Cheever, 2013)
Fumar
pasivamente (o sea, humo de segunda mano) también contribuye a los síntomas
respiratorios y a la EPOC. Fumar deprime la actividad de las células fagocítica
y afecta el mecanismo de limpieza ciliar del conducto respiratorio, que
mantiene las vías respiratorias libres e irritantes inhalados, bacterias y
otros materiales extraños. Cuando el humo daña este mecanismo de limpieza, el
flujo de aire se obstruye y el aire queda atrapado detrás de la obstrucción. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, & Cheever, 2013)
Manifestaciones
clínicas
Aunque
la evolución natural de la EPOC es variable, por lo general es una enfermedad
progresiva caracterizada por tres síntomas principales: tos crónica, producción
de esputo y disnea con el ejercicio. A menudo estos síntomas empeoran con el
tiempo. Tos crónica y producción de esputo preceden frecuentemente por muchos
años la aparición de la limitación al flujo de aire. Sin embargo, no toda
persona con tos y producción de esputo puede generar una EPOC. A medida que la
EPOC progresa, la disnea puede presentarse aun en reposo. La pérdida de peso es
común y que la disnea interfiere con la alimentación y el trabajo de la respiración
consume energía. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, & Cheever, 2013)
Valoración y datos
diagnostico
El
personal de enfermería debe realizar un interrogatorio completo a los enfermos
con EPOC conocido o potencial. Los estudios de la función pulmonar se emplean
para confirmar el diagnóstico de EPOC, determinarla gravedad de la enfermedad y
vigilar el avance de esta. La espirometría se usa para explorar la obstrucción
al flujo de aire, determinada por la relación entre el VEF1 y la capacidad
vital forzada (CVF). Los resultados espiroétricos se expresan como volumen absoluto y porcentaje del valor pronosticado
con la utilización de los valores normales apropiados para género, edad y talla
(estatura). El sujeto con obstrucción tiene dificultad para espirar o no puede
efectuar una espiración forzada del aire de los pulmones, con lo cual se reduce
el VEF1. La espirometría también se usa para conocer di la obstrucción es
reversible después del uso de los broncodilatadores. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, & Cheever, 2013)
La
EPOC se clasifica en cuatro etapas según la gravedad y los síntomas:
-
Etapa I (leve): el enfermo puede estar
con o sin síntomas de tos y producción de esputo.
-
Etapa II (moderada): aparición de falta
de aliento de manera típica durante el ejercicio.
-
La etapa III (grave): los síntomas de la
EPOC grave incluyen aumento de la disnea, reducción de la capacidad de
ejercicio y exacerbaciones repetidas.
-
La etapa IV (muy grave): signos y
síntomas de insuficiencia respiratoria crónica.
Complicaciones
La
dificultad y la insuficiencia respi5ratoria son complicaciones mayores que la
EPOC que amenazan la vida. Lo agudo del inicio y la gravedad de la
insuficiencia respiratoria dependen de la función pulmonar basal. Otras
complicaciones de EPOC pueden ser incluyen neumonía, atelectasia crónica,
neumotórax e hipertensión arterial pulmonar. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, & Cheever, 2013)
Tratamiento médico
Reducción
del riesgo
Dejar
de fumar es la intervención más simple y rentable para reducir el riesgo de
generar EPOC y detener su avance (GOLD, 2008). Sin embargo dejar de fumar es
difícil de lograr e incluso más difícil de mantener a largo plazo. El personal
de enfermería es una pieza clave en el fomento de interrupción del tabaquismo y
en la educación de los enfermeros acerca de la importancia de esto. Los sujetos
con diagnóstico de EPOC que continúan fumando deben recibir ánimo y ayuda para
dejar el cigarrillo. Los factores relacionados con la persistencia del tabaquismo
varían entre los pacientes y pueden incluir la fuerza de adicción a la
nicotina, la exposición continuada a estímulos relacionados con el acto de
fumar, el estrés, la depresión y el hábito. Seguir fumando también prevalece
más entre aquellos con bajos ingresos, niveles. Educación bajos o problemas psicosociales. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, & Cheever, 2013)
El
personal de salud debe promover la interrupción del hábito al explicar los
riesgos de fumar, después se debe trabajar para definir la fecha para dejar el
cigarrillo, hay mayor éxito cuando se vigila al paciente durante unos 3-5 días,
con el propósito de revisar avances o tratar algún problema. Los sujetos que no
son elegibles para el uso de farmacoterapia son aquellos con contraindicaciones
médicas, fumadores leves (<10 cigarrillos por día) y embarazadas y fumadores
adolescentes. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, & Cheever, 2013)
Tratamiento
farmacológico
Broncodilatadores
Los
broncodilatadores alivian el espasmo bronquial al alterar el tono del musculo
liso para reducir la obstrucción de la vía aérea y con ello permitir un tratamiento
de la distribución de oxígeno en toda la extensión de los pulmones y mejorar la
ventilación alveolar. El uso regular de broncodilatadores que actúan
principalmente sobre el musculo liso de la vía respiratoria no modifica el
deterioro de la función o el pronóstico de EPOC, pero su uso es central en el
tratamiento de esta enfermedad (GOLD, 2008).
Estos
fármacos pueden administrarse a través de un inhalador de dosis medida u otro
tipo de inhalador, por nebulización o por vía oral con tabletas o de forma
liquida. A menudo los broncodilatadores se utilizan de modo regular todo el día
o según se requiera. Asimismo se pueden usar de modo profiláctico para prevenir
disnea, de manera que se indica al sujeto que los utilice antes de participar o
completar una actividad, como comer o caminar. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, & Cheever, 2013)
Los
inhaladores de dosis medida contiene el fármaco en polvo en aerosol, un
espaciador o cámara con válvula de retención para incrementar el depósito del
fármaco en el interior del pulmón y ayudar al enfermo a coordinar la activación
del IDM con la inspiración. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, & Cheever, 2013)
Se
usan varias clases de broncodilatadores, incluido los agonistas adrenérgicos
beta (de acción corta y prolongada), las metilxantinas y la combinación de
fármacos. Estos medicamentos se pueden usar combinados para optimizar la
dilatación bronquial. Los broncodilatadores de acción prolongada son más convenientes.
Los broncodilatadores son claves para el tratamiento de los síntomas en la EPOC
estable. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, & Cheever, 2013)
Corticoesteroides
Aunque
los Corticoesteroides inhalados y sistémicos pueden mejorar los síntomas de
EPOC, no reducen la declinación de la función del pulmón. Sus efectos son menos notables que en el asma. Se
puede prescribir un breve ciclo de Corticoesteroides orales para los sujetos
con el objeto de determinar si la función pulmonar mejora y los síntomas disminuyen.
No se recomienda tratamiento a largo. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, & Cheever, 2013)
Para
la etapa I leve de la EPOC, se puede prescribir un broncodilatador de acción
corta. Para la etapa II o III de la EPOC, es posible utilizar un
broncodilatador de acción corta junto con un tratamiento regular de uno o más
broncodilatadores de acción prolongada. Para la etapa III o IV (grave o muy
grave) de la EPOC, los medicamentos del régimen terapéutico incluyen uno o más
broncodilatadores y Corticoesteroides inhalados por las exacerbaciones
repetidas. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, & Cheever, 2013)
Otros fármacos
Otros
tratamientos farmacológicos que se pueden usar en la EPOC incluyen un régimen
terapéutico con aumento de antipripsinas alfa-1, antibióticos, mucoliticos,
antitusivos, vasodilatadores y narcóticos. Las vacunas también suelen ser eficaces.
(Smeltrzer, Bare, Hinkle, & Cheever, 2013)
Tratamiento de las
exacerbaciones
La
exacerbación de la EPOC se define como un acontecimiento en la evolución
natural de la enfermedad, caracterizado por un cambio agudo en la disnea, la
tos o la producción basal de esputo del sujeto más allá de las variaciones
cotidianas normales. Las causas primarias de una exacerbación aguda incluyen
infección traqueobronquial y contaminación del aire. Sin embargo no se puede
identificar el origen de-33% de las exacerbaciones graves. Según los signos y
síntomas, también se pueden usar Corticoesteroides, antibióticos,
oxigenoterapia y procedimientos respiratorios intensivos. Las indicaciones para
hospitalización por exacerbación aguda de la EPOC comprenden disnea grave,
confusión o letargo, fatiga de los músculos
respiratorios, movimiento paradójico d l pared del tórax, edemas periféricos, cianosis
central, hipoxemia persistente. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, & Cheever, 2013)
Oxigenoterapia
Esta
puede
administrase como tratamiento continuo a largo plazo, durante el ejercicio o
para prevenir disnea aguda durante una exacerbación. El objetivo del régimen
terapéutico con oxígeno complementario s incrementar la basal de la presión
arterial parcial de oxigeno (PaO2) en reposo al menos de 60 mmHg a nivel del
mar y una saturación de oxigeno arterial (SaO2) al menos de 90% (GOLD, 2008).Se
ha demostrado que la oxigenoterapia a largo plazo (>15h por día) también mejora la calidad
de vida. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, & Cheever, 2013)
En la EPOC muy grave suele
utilizarse oxigenoterapia a largo plazo y las indicaciones generalmente incluyen una PaO2 o evidencia dc
hipoxia tisular y daño a órgano como cor
pulmonale, policitemia secundaria, edema por insuficiencia de hemicardio
derecho o deterioro del estado mental (GOLD, 2008). El principal objetivo con el tratamiento de enfermos
con hipoxemia, hipercapnia es proporcionar oxigeno suficiente para mejorar la
oxigenación. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, &
Cheever, 2013)
Tratamiento
quirúrgico
Vesiculectomia
Esta es una opción quirúrgica
para pacientes seleccionados con enfisema vesicular. Las vesículas son espacios
aéreos voluminosos que no contribuyen a la ventilación, pero ocupan espacio
dentro del tórax. Las vesículas comprimen regiones del pulmón y pueden
deteriorar el intercambio de gas. Una vesiculectomia ayuda a reducir la disnea
y mejorar la función pulmonar. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, &
Cheever, 2013)
Trasplante
de pulmón
Este
constituye una opción viable para el tratamiento quirúrgico definitivo del
enfisema en etapa terminal. Se ha demostrado que dicho trasplante mejor la calidad
de vida y la capacidad funcional. (GOLD,2008).
Rehabilitación pulmonar.
En
sujetos con EPOC, la rehabilitación pulmonar es un medio bien establecido y
ampliamente aceptado para aliviar síntomas y optimizar el estado funcional. Los
objetivos primarios de la rehabilitación son reducir síntomas, mejorara la
calidad de vida e incrementar la participación física y emocional en las
actividades de la vida diaria (GOLD2008). Los beneficios de este recurso
terapéutico incluyen aumento de la capacidad durante el ejercicio, reducción de
la intensidad percibida de la disnea, optimización de la calidad de vida en
relación con la salud, reducción del número de hospitalizaciones y de los días
en el hospital, así como decremento de la ansiedad y de la depresión que
acompañan a la EPOC. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, &
Cheever, 2013)
La
duración mínima de un programa eficaz es de 6 semanas. El programa puede
conducirse en enfermos internos o externos. La rehabilitación pulmonar también
se puede utilizar como propósito terapéutico en otros trastornos concomitantes
a la EPOC, incluidos asma, fibrosis quística, cáncer de pulmón, enfermedad
intersticial, entre otras afectaciones pulmonares. (Smeltrzer,
Bare, Hinkle, & Cheever, 2013)
Educación del paciente.
El
personal de enfermería desempeña un papel fundamental clave en la
identificación de posibles individuos elegibles para la rehabilitación. No
todos los enfermos tienen acceso a un programa de rehabilitación formal. Sin
embargo, el personal de enfermería puede ser instrucción de sujetos y familia y
también al facilitar servicios específicos. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, &
Cheever, 2013)
La
educación del paciente es un componente mayor de la rehabilitación pulmonar. En
el ámbito del programa de educación los teman pueden incluir anatomía y
fisiología natural del pulmón, fisiopatología y cambios en la EPOC, fármacos y
oxigenoterapia en el hogar, nutrición, supresión del tabaquismo, entre otro
temas. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, &
Cheever, 2013)
Ejercicios respiratorios.
El
patrón respiratorio de la mayoría de las personas con EPOC es superficial,
rápido e ineficaz, cuanto más grave la enfermedad, más inútil el patrón
respiratorio. Con la práctica, esté tipo de respiración de tórax alto puede
cambiarse a respiración diafragmática, que reduce la frecuencia respiratoria,
incrementa la ventilación alveolar y, algunas veces, ayuda a expulsar la mayor
cantidad de aire posible. Respirar con los labios fruncidos ayuda a una
respiración lenta, proviene del colapso de las vías respiratorias muy pequeñas
y ayuda al enfermo a controlar la frecuencia y la profundidad de la
respiración. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, &
Cheever, 2013)
Actividad mesurada.
Una
persona con EPOC tiene disminuida la tolerancia al ejercicio mediante períodos
específicos del día, en especial en la mañana al levantarse, porque durante la
noche se han reunido secreciones bronquiales en los pulmones en tanto la
persona yace en el lecho. Las actividades que apoyar los brazos por encima del
tórax producen fatiga o sufrimiento respiratorio. El personal de enfermería
puede ayudar a reducir estas limitaciones al planear actividades de autocuidado
y al determinar las mejores horas bañarse. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, &
Cheever, 2013)
Actividades de autocuidado.
A
medida que el intercambio de aire despeja la vía respiratoria y mejora el
patrón respiratorio, se anima al enfermo a asumir una participación cada vez
mayor en actividades de autocuidado. Se enseña al paciente coordinar la
respiración diafragmática con acciones como, caminar, bañarse, inclinarse o
subir escaleras. Los líquidos deben estar disponibles y el enfermo debe empezar
la ingestión sin que se deba recordar. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, &
Cheever, 2013)
Acondicionamiento físico.
Las
personas con EPOC de todas las etapas se benefician de programas de
entrenamiento en ejercicio, los cuales dan por resultados mayor tolerancia al
ejercicio y disminución de la disnea y de la fatiga. Las técnicas de
acondicionamiento físico incluyen ejercicios de respiración generales
destinados a conservar energía e incrementar la ventilación pulmonar. Los sistemas
portátiles poco pesados con oxígeno están disponibles para enfermos
ambulatorios que requieren oxigenoterapia durante la actividad física. (Smeltrzer,
Bare, Hinkle, & Cheever, 2013)
Oxigenoterapia.
Los
sistemas portátiles de oxígeno permiten al paciente hacer ejercicio, trabajar y
viajar. Para ayudar al sujeto a cumplir la prescripción de oxígeno, el personal
de enfermería debe explicar la velocidad del flujo apropiada y el número
requerido del número de horas del uso de oxígeno y también el peligro de los
cambios arbitrarios en la velocidad del flujo o la duración de la terapia. (Smeltrzer,
Bare, Hinkle, & Cheever, 2013)
Tratamiento nutricional.
Evaluación
y consejo nutricional son aspectos importantes en el proceso de rehabilitación
para sujetos con EPOC. El estado nutricional sustancial en la EPOC y se refleja
en la gravedad de los síntomas, el grado de discapacidad y el pronóstico. A
menudo un problema mayor esencial es la pérdida de peso, pero el peso excesivo
también puede ser problemático aunque
sea menos frecuente. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, &
Cheever, 2013)
Medida para afrontamiento.
Cualquier
factor que interfiera con la respiración normal origina de modo muy natural
ansiedad, depresión y cambios en la conducta. La disnea y la fatiga constantes
pueden tornar irritable y aprehensivo al paciente. La actividad restringida, la
frustración de tener que esforzarse para respirar y el estar convencido que la
enfermedad es prolongada e inexorable quizá sean la causa de que el sujeto se
muestre enojado, deprimido y demandante. El personal de enfermería proporciona
educación y apoyo a los cónyuges u otros allegados y familiares. (Smeltrzer,
Bare, Hinkle, & Cheever, 2013)
Cuidados de Enfermería.
Evaluación del paciente.
Ésta
involucra obtener información acerca de los síntomas actuales y las
manifestaciones de la enfermedad previa. Además de los antecedentes, el
personal de enfermería revisa los resultados disponibles de las pruebas
diagnósticas. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, &
Cheever, 2013)
Limpieza de las vías respiratorias.
En
muchas de las enfermedades pulmonares aparece broncoespasmo, el cual reduce el
calibre de los bronquios delgados y puede causar disnea, secreciones estancadas
e infección. Algunas veces el broncoespasmo se detecta por auscultación con un
estetoscopio y se escuchan sibilancias o ruidos respiratorios apagados. La
producción de moco aumentada, junto con la disminución de la acción mucociliar
contribuyen a un incremento de la reducción en el calibre de los bronquios y
con ello la disminución del flujo y el intercambio de aire. Si se prescriben
broncodilatadores o corticoesteroides, el personal de enfermería debe
administrar los fármacos de forma apropiada y permanecer alerta por posibles
efectos adversos. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, & Cheever,
2013)
Mejoría de los patrones
respiratorios.
Los
patrones respiratorios ineficaces y la disnea se deben a la mecánica
respiratoria alterada de la pared torácica y el pulmón como resultado del aire
atrapado, el movimiento diafragmático ineficaz, obstrucción de la vía
respiratoria, el gasto metabólico de la respiración y el estrés. (Smeltrzer,
Bare, Hinkle, & Cheever, 2013)
Incremento de la tolerancia a la
actividad.
Los
pacientes con EPOC experimentan intolerancia y discapacidad progresiva a la
actividad y el ejercicio. La educación se enfoca en terapias de rehabilitación
para favorecer la independencia en la ejecución de las actividades de la vida
diaria. Éstas pueden incluir acciones calmadas a lo largo del día o uso de
dispositivos de apoyo para disminuir el gasto de energía. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, &
Cheever, 2013)
Vigilancia y manejo de
complicaciones posibles.
El
personal de enfermería debe explorar varias complicaciones de la EPOC, como
insuficiencia respiratoria que amenaza la vida e infección respiratoria y
atelectasia crónica, las cuales son capaces de aumentar el riesgo de
insuficiencia respiratoria. El personal
de enfermería supervisa los valores de la oximetría de pulso para evaluar las
necesidades de oxígeno del paciente y administra oxígeno complementario según
lo prescrito. Deben controlarse las infecciones broncopulmonares para disminuir
el edema inflamatorio y recuperar la acción ciliar normal. Las infecciones respiratorias
menores sin consecuencias graves en personas con personas normales pueden poner
en peligro la vida de la persona con EPOC. La infección afecta la función
pulmonar y es causa común de insuficiencia respiratoria en individuos con EPOC.
(Smeltrzer, Bare, Hinkle, &
Cheever, 2013)
Para
prevenir infección, el personal de enfermería debe aconsejar al sujeto con EPOC
que se vacune contra la gripe y S.pneumoniae, debido a que el paciente es
susceptible a infección respiratoria. Es importante prevenir al enfermo de no
ir al exterior si la cantidad de polen es alta o si la contaminación del aire
es importante, debido al riesgo de broncoespasmo. El neumotórax es una posible
complicación de la EPOC y quizá ponga en riesgo la vida del paciente. (Smeltrzer,
Bare, Hinkle, & Cheever, 2013)
Cuando
el personal de enfermería proporciona instrucciones acerca del autotratamiento,
es importante evaluar el conocimiento de los enfermos y los miembros de la familia
acerca del autocuidado y el régimen terapéutico. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, &
Cheever, 2013)
La enseñanza es indispensable y
debe adaptarse a la etapa de la EPOC.
Un
área mayor de enseñanza involucra establecer y aceptar objetivos realistas a
corto y largo plazos. Si la EPOC es leve, los objetivos terapéuticos son
incrementar la tolerancia al ejercicio y prevenir mayor pérdida de la función
pulmonar. El personal de enfermería recomienda al sujeto prevenir temperaturas
extremas, sean de calor o frío.
Un
paciente con EPOC debe adoptar un estilo de vida con actividades moderadas de
manera idónea en un clima con cambios mínimos de temperatura y humedad. El
régimen farmacológico puede ser muy complejo. Suspender el tabaquismo y los
cambios de vida son objetivos comunes y apoyar los esfuerzos del enfermo en una
actividad clave de la enfermería. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, &
Cheever, 2013)
Educación
del paciente
|
|
Para la
administración del fármaco.
|
|
·
Remover la tapa y
mantener el inhalador hacia arriba.
|
·
Respirar de manera lenta y profunda por el mayor
tiempo posible.
|
·
Agitar el inhalador.
|
·
Contener la respiración hasta que se cuente hasta
10 lentamente para permitir que el fármaco alcance el interior de las vías
respiratorias.
|
·
Inclinar ligeramente la
cabeza hacia atrás y espirar de forma lenta y continua.
|
·
Se repite las bocanadas según las instrucciones,
pero se dejan pasar 15-30 s entre las bocanadas para los medicamentos de
acción rápida. No es necesaria dicha espera en el caso de usar otros
fármacos.
|
·
Colocar el inhalador
2,5-5 cm (1-2 pulgadas) alejado de la boca abierta o usar un espaciador-
cámara contenedora.
Cuando se usa una cámara para el fármaco, se
colocan los labios alrededor de la boquilla.
|
·
Se coloca la tapa en el IDM para almacenarlo.
|
·
Iniciar lentamente la
respiración hacia dentro a través de la boca y oprimir hacia abajo en el
inhalador una vez. Si se usa una cámara, se oprime primero el inhalador y, en
5 s, se empieza a inhalar con lentitud
|
·
Después de la inhalación, se enjuaga la boca con
agua cuando se usa un IDM que contiene corticoesteroides.
|
Atención continua.
La
referencia para la atención en el hogar es importante para permitir al personal
de enfermería explorar el ambiente del hogar y los estados físico y psicológico
del enfermo, con el propósito de evaluar el cumplimiento del sujeto del régimen
prescrito y la capacidad del paciente para enfrentar los cambios en el estilo
de vida y el estado físico. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, &
Cheever, 2013)
El
personal de enfermería puede dirigir al paciente hacia los recursos
comunitarios, como programas de rehabilitación pulmonar y para dejar de fumar a
fin de mejorar la capacidad de afrontamiento del sujeto de su padecimiento
crónico y el régimen terapéutico. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, &
Cheever, 2013)
Bronquiectasia
La
bronquiectasia es una dilatación crónica e irreversible de los bronquios y
bronquiolos. Según la nueva definición de EPOC, se le considera un proceso
patológico separado de la EPOC (GOLD, 2008). La bronquiectasia puede surgir por
varias anomalías, incluidas las siguientes:
·
Obstrucción de la vía respiratoria.
·
Lesión difusa de la vía respiratoria.
·
Infecciones pulmonares y obstrucción de
bronquios o complicaciones a largo plazo de infecciones pulmonares.
·
Trastornos genéticos, como fibrosis
quística.
·
Anomalía en las defensas del huésped.
·
Causas idiopáticas.
Quizá
haya predisposición a bronquiectasia como resultado de infecciones
respiratorias recurrentes en la primera infancia, sarampión, gripe,
tuberculosis o trastornos por inmunodeficiencia.
Fisiopatología.
El
proceso inflamatorio relacionado con infecciones pulmonares daña la pared
bronquial, lo cual causa pérdida de su estructura de apoyo y producción de
esputo espeso que finalmente obstruye los bronquios. Las paredes se distienden
y deforman de modo permanente; esto deteriora la limpieza mucociliar. Una
bronquiectasia suele estar afectando un segmento o lóbulo pulmonar, con mayor
frecuencia en los lóbulos inferiores. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, &
Cheever, 2013)
La
retención de secreciones y subsiguiente obstrucción origina en último término
la obstrucción de alveolos distales al colapso (atelectasia). Con el tiempo el
enfermo genera insuficiencia respiratoria y capacidad vital reducida,
ventilación disminuida y un incremento en el índice entre volumen residual y
capacidad pulmonar total. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, &
Cheever, 2013)
Manifestaciones clínicas
Los
síntomas característicos de bronquiectasia incluyen: tos crónica y producción
de esputo purulento en cantidades copiosas. Muchos presentan hemoptisis.
También son habituales los dedos hipocráticos debido a la insuficiencia
respiratoria. Se pueden presentar episodios de infección pulmonar. Incluso con
los modernos métodos de tratamiento, la edad promedio de muerte es de ~55 años. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, &
Cheever, 2013)
Valoración y datos diagnósticos.
La
bronquiectasia no es fácil de diagnosticar debido a que los síntomas pueden
confundirse con los de una simple bronquitis crónica. El diagnostico se
establece por un estudio de TC, que revela dilatación bronquial. (Smeltrzer,
Bare, Hinkle, & Cheever, 2013)
Tratamiento medico
Los
objetivos del tratamiento son fomentar el drenaje bronquial para despejar secreciones
excesivas de la parte afectada del pulmón y prevenir o controlar la infección.
La fisioterapia torácica, incluidos la percusión y el drenaje postural, es
importante en el control de las secreciones. El tratamiento antimicrobiano
basado en los resultados de las pruebas de sensibilidad en microorganismos
cultivados del esputo se usa para controlar la infección. Debe vacunarse a los
enfermos contra gripe y neumonía neumocòcica. Pueden preinscribirse
broncodilatadores en pacientes con enfermedad reactiva simultánea en la vía
respiratoria; ya que ayudan en el control de las secreciones. (Smeltrzer,
Bare, Hinkle, & Cheever, 2013)
La
intervención quirúrgica se usa con muy poca frecuencia, pero puede estar
indicada en sujetos que continúan expectorando grandes cantidades de moco y
sufren brotes repetidos de neumonía y hemoptisis a pesar de cumplir con los
regímenes terapéuticos. Los objetivos del tratamiento quirúrgico son conservar
el tejido pulmonar normal y evitar complicaciones infecciosas. (Smeltrzer,
Bare, Hinkle, & Cheever, 2013)
Cuidados de enfermería
Esta
se enfoca en aliviar los síntomas y ayudar a los pacientes a eliminar las
secreciones pulmonares. El objetivo de instruir al sujeto es el abandono del
tabaquismo y otros factores que incrementan la producción de moco e impiden su
remoción. Se enseña a los enfermos y a
sus familias a efectuar drenaje postural y a no exponerse a personas con
infección en vías respiratorias altas o de otro tipo. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, &
Cheever, 2013)
Si
el paciente experimenta fatiga y disnea, se le informa acerca de estrategias
para conservar la energía. La presencia de una gran cantidad de moco puede
disminuir el apetito del sujeto, como resultado, la aparición de ingestión
inadecuada de la dieta; por tanto, es indispensable evaluar el estado
nutricional del enfermo y poner en marcha estrategias para asegurar una dieta
correcta. (Smeltrzer, Bare, Hinkle, &
Cheever, 2013)
BIBLIOGRAFIA
Mosby, P. (2004). Diccionario MOSBY POCKET de
medicina, enfermeria y ciencias de la salud. España: Publicaciones España.
Smeltrzer, S. C., Bare, B. G., Hinkle,
J. L., & Cheever, K. H. (2013). BRUNER Y SUDDARTH, ENFERMERIA MEDICO
QUIRURGICO VOLUMEN I. Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins.
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